El grado de exposición influye mucho en el proceso de formación de la capa protectora. Si se expone directamente a la lluvia, al sol y al viento, la capa de óxido se formará más rápido que si se protege. En este último caso, el óxido tiende a ser más rugoso, algo menos denso y menos uniforme.
Los cambios frecuentes de humedad y secado favorecen la aceleración del proceso de resistencia a la intemperie. La contaminación del aire también influye, lo que explica que, en entornos industriales, el óxido adquiera tonalidades más oscuras. En ambientes rurales el proceso es más lento y la herrumbre adquiere tonalidades más claras.
La oxidación del acero corten evoluciona con el tiempo y se forma óxido, más o menos rápido, dependiendo de la temperatura y humedad ambiente.

NOTA: Las imágenes aplicadas son de carácter ilustrativo